martes, 28 de septiembre de 2010

La chispa de la vida

¿Quién no conoce los famosos anuncios de un gran fabricante de refrescos protagonizados por esos fieros animales que son los osos polares?

Esos mismos osos, que beben este refresco mientras contemplan plácidamente las auroras boreales, cometen estos atentados ecológicos y depositan sus desechos sobre un suelo virgen, en el que apenas existe vegetación porque todavía no ha tenido tiempo de generarse el sustrato sobre el que nacer.

Eslogan de la compañía en 1972: «La chispa de la vida» (It’s the Real Thing)

¿Qué es lo que crecerá de estas semillas que se están depositando en el suelo groenlandés?



Futuro preocupante

Groenlandia es un país muy salvaje, escasamente habitado y nada explotado. Sus gentes viven de forma muy sencilla y apenas poseen infraestructuras. Valga de ejemplo esta imagen, en la que podemos apreciar una nula capacidad para gestionar sus residuos.

El actual retroceso de la capa de hielo está dejando al descubierto grandes extensiones de terreno y facilitando una vía de entrada a las grandes petroleras y sus ansias expansivas. De confirmarse la existencia del oro negro en grandes cantidades, el país corre el riesgo de ser invadido rápidamente por la civilización y podría protagonizar un fuerte crecimiento sin una base solida que le permita gestionar su riqueza de forma racional y estructurada.

¿Puede ser esta una imagen premonitoria del futuro que le espera a este país?

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Aurora Borealis... Northern Lights

Llevábamos diez jornadas de cielos completamente encapotados y lluvia constante. Era el último de nuestros días en Groenlandia y el Sol apareció. A medida que el día avanzaba crecía la tensión, los cielos se mantenían despejados. ¿Nos visitarían esta noche las Auroras? Cayó la tarde y en el refugio toda la gente estaba agitada, como niños en la noche de reyes. Cada cinco minutos salíamos a la terraza a observar el cielo, la ansiedad nos invadía y, cuando ya casi todos habíamos descartado la celestial visita y teníamos un pie dentro del saco de dormir, de repente alguien gritó “¡Aurora!”. Corrimos a la terraza y sí, era cierto, no era una falsa alarma, allí estaban.
Una lluvia de partículas luminosas danzaba sobre nuestras cabezas deleitándonos y emocionándonos y unas pequeñas lágrimas brotaron en nuestros ojos (era del frio). Los dioses vikingos se mostraron benévolos y durante un par de horas nos regalaron una de las visiones más espectaculares de la Naturaleza.

Un punto y final perfecto para un viaje mágico.

Aurora Borealis... Northern Lights

Aurora Borealis... Northern Lights

Aurora Borealis... Northern Lights

jueves, 9 de septiembre de 2010

Y de cena... foca

Estabamos desembarcando los bártulos para montar el campamento y en unas rocas cercanas se encontraba este simpático inuit. Yo, de forma jocosa, hice el comentario de que nos estaba preparando la cena. Unas horas después, ya entrada la noche, apareció en la tienda comedor, puesto de delantal y con la foca cocinada. 
No creo que volvamos a repetir este plato  

Dieta inuit

Estaban esperando al taxi y mientras tanto se comían una cebolla.
También vimos gente que se comía los nabos "a pelo" 

jueves, 2 de septiembre de 2010

Glaciar Qaleraliq

Fiordo Tunulliarfik.
Se puede observar los dos frentes del glaciar y los iceberg que se van desprendiendo. Algunos se quedaban encallados en la playa cuando bajaba la marea.
Aquí comienza el Casquete Polar

Glaciar Qaleraliq

Glaciar Qaleraliq